Al igual que utilizamos cremas hidratantes específicas para nuestro tipo de piel, necesitamos champús, mascarillas y acondicionadores que vayan acorde con las necesidades de nuestro cabello. ¿Sabes cómo es tu pelo y los cuidados que necesita? En este post te explicamos una forma súper fácil y casera de averiguarlo.
¿Qué es la porosidad del cabello?
En primer lugar debes saber que un cabello necesita más o menos hidratación en función de la porosidad que tenga. Pero, ¿qué es? La porosidad es la capacidad que tiene cada hebra de cabello para absorber y retener la hidratación, es decir la rapidez con la que el agua entra y sale del cabello.
Pero ahora bien, ¿cómo se puede saber la porosidad del pelo? Puede ser de tres tipos: baja, media o alta, esto depende tanto de la genética como si está más o menos dañado. Para que lo descubras, te enseñamos uno de los trucos más famosos: el método del vaso. ¿Lo conoces?
El método del vaso: ¿Cómo es tu pelo?
Para ponerlo en práctica tienes que coger 2 ó 3 pelos desde la punta hasta la raíz, es preferible que esté lo más limpio posible. A continuación, debes ponerlos en un vaso transparente con agua, esperar un par de minutos y fijarte en el resultado…
¿Qué les ha ocurrido?
- Si el cabello se mantiene cerca de la superficie del vaso. En este caso, tienes una porosidad baja, la cutícula de tu pelo es tan cerrada que se resiste a absorber la hidratación. Por lo que lo mejor para ti serán los champús y acondicionadores hidratantes. No es conveniente que utilices productos específicos para cabello dañado, ya que no te hacen falta.
- Si el cabello se queda en la mitad del vaso. Si te ocurre esto, la porosidad de tu pelo es normal, la cutícula no está del todo cerrada, por lo que deja que el agua y penetre en el cabello pero sin exceso. En este caso debes usar champús y acondicionadores hidratantes pero además, una vez a la semana tendrás que aplicarte una mascarilla nutritiva.
- Si el cabello se hunde. Si pasa esto significa que tienes una porosidad muy alta, la cutícula de tu pelo está muy abierta, permitiendo que el agua se salga y se encrespe. Esto es habitual en cabellos dañados o que han sido tratados químicamente en más de una ocasión (tintes, tratamientos alisadores…). Este tipo de pelo es el que más cuidados necesita ya que les cuesta mucho mantener la hidratación, así que si tu cabello es de esta forma, debes nutrirlo e hidratarlo frecuentemente. Utiliza champús, acondicionadores y mascarillas especiales para pelo dañado.